US Embassy "Approved" adoption of abducted children; Embajada de EE. UU. “aprobó” adopción de niñas raptadas
Maria Fernanda and Ana Cristina were to be taken by U.S.
U.S. Embassy. "Approved" adoption of children abducted
By lorena seijo
The US Embassy has approved the adoption of Maria Fernanda and Ana Cristina Alvarado, two Guatemalan sisters who were stolen in 2006, despite the girls' mother had filed the complaint in MP.
The irregularity of the process of adoption, in the diplomatic headquarters in the record 213,552, could come to light because a year and a half after Maria Fernanda and Ana Cristina were abducted by a network dedicated to international adoptions, the adoptive mother of girls communicated with the girls parents to help recover them.
Mildred Alvarado did not know the face of her baby, Ana Cristina, because after giving birth by caesarean section, a network of child traffickers, which included doctors and lawyers, took her. Same fate to her daughter Maria Fernanda, age 2, who had been cared for by a supposed friend.
Prolonged struggleSince August 2006, Mildred has not wavered in their efforts to recover their daughters, to the point of suing two members of the network in the Public Ministry (MP) and knocking on the door of all state institutions to the help find them.
The Survivor Foundation was the first to give a hand. Advice and legal pressure on the institutions was vital to jump-start research, but not enough. A year and a half after the abduction, Mildred still no trace of her daughters, but hadn't lost hope.
Miraculously, on January 25, the future adoptive mother of the girls was reported from the US to this newspaper to give information on the whereabouts of the children, whose photes had been posted. That was how Mildred first saw the face of her baby, who is now a year and a half.
The U.S. citizens who would adopt the small ones, whom we will call Cindy because requested her real name not be released, she learned that her future daughters had been stolen from their mother, after she read the Prensa Libre article published on 25 November 2007, which recounted the story.
Concerned by the situation, she began to demand answers to the adoption agency in Florida that had served as an intermediary with the lawyers Guatemalans. The adoption process was so advanced that Cindy had receive photographs, immunization cards, birth registration and DNA testing of the little children.
U.S. interventionIn fact, as the process to fill all the requirements, the U.S. Embassy granted pre-adoption of the November 30, 2006, just days after the MP had denounced in Mildred abduction of their daughters.
Consulted the embassy spokesman, Scott Smith, on this case, explained that its communication policy prevents him from commenting on specific cases, such as a pending. "But I can tell you that our goal is to ensure that all adoptions are in compliance with the laws of both Guatemala and the U.S.. " he said.
Due to the insistence of Cindy to learn the truth, the U.S. adoption agency canceled the procedure in November 2007 and told her that the girls had been given to another family, which provided him the address.
That information turned out to be false, and that address did not even exist, so it is believed that girls are still in Guatemala. Probably the advertising on the case prevented them from being taken out of the country.
Blood Analysis
The network obtained after DNA testing of blood to remove the biological mother, in a laboratory of Vista Hermosa, with the excuse that their daughters had an illness and wanted to verify if it was not hereditary. "I went to the blood test, because I said it was the only chance to save my daughters," said the mother.
Although Mildred called police that day to come to the laboratories and arrest the kidnappers, the agents never arrived.
These same labs have carried out DNA tests of two other stolen children for adoption.
Cindy sent a mail warning to the US Embassy when she returned regarding Guatemalan facilitator Marvin Bran and the adoption agency Celebrate Children International, Sue Hedberg.
Bran is the son of Lilian Consuelo Galindo, head of the criminal organization, who Mildred identified as being responsible for the disappearance.
Lilian Galindo was arrested last year along with Sabrina Donis, an alleged friend of the victim, accused of child abduction. They could face up to 42 years in prison if they are accused of trafficking.
Hilda Morales, a member of the National Council for Adoptions, suggested to the victims of these networks come to the Council for reviewing records.
"One of the requirements that are being put to the lawyers os to say where the children are who are to be adopted in order to go to see them. If these girls are among the files in progress, may be found, "he said.
There are more than 700 nurseries in the country, and three thousand cases of adoption in the approval process.
Trámite María Fernanda y Ana Cristina iban a ser adoptadas por estadounidense
Embajada de EE. UU. “aprobó” adopción de niñas raptadas
Por lorena seijo
La Embajada de EE. UU. aprobó la adopción de María Fernanda y de Ana Cristina Alvarado, dos hermanas guatemaltecas que fueron robadas en el 2006, a pesar de que la madre de las niñas había presentado la denuncia en el MP.
La irregularidad del trámite de adopción, registrado en la sede diplomática en el expediente 213552, pudo salir a la luz porque año y medio después de que María Fernanda y Ana Cristina fueran raptadas por una red dedicada a las adopciones internacionales, la madre adoptiva de las niñas se comunicó con su progenitora para ayudarla a recuperarlas.
Mildred Alvarado no conocía el rostro de su bebé, Ana Cristina, porque tras dar a luz por cesárea, una red de trata de menores, de la que formaban parte médicos y abogados, se la quitó. Igual suerte corrió su hija María Fernanda, de 2 años, quien había quedado al cuidado de una supuesta amiga.
Lucha prolongada
Desde agosto del 2006, Mildred no ha cejado en su empeño de recuperar a sus hijas, hasta el punto de denunciar a dos integrantes de la red en el Ministerio Público (MP) y llamar a la puerta de todas las instituciones del Estado para que la ayuden a encontrarlas.
La fundación Sobrevivientes fue la primera en darle una mano. Su asesoramiento legal y la presión ejercida en las instituciones fue vital para echar a andar la investigación, pero no bastó. Un año y medio después del secuestro, Mildred seguía sin rastro de sus hijas, pero sin perder la esperanza.
Milagrosamente, el pasado 25 de enero, la futura madre adoptiva de las niñas se comunicó desde EE. UU. con este periódico para dar información sobre el paradero de las menores, de las cuales envió fotos. Así fue como Mildred vio por primera vez el rostro de su bebé, quien actualmente tiene año y medio.
La estadounidense que iba a adoptar a las pequeñas, a quien llamaremos Sindy porque solicitó que su nombre real no fuera publicado, se enteró de que sus futuras hijas habían sido robadas a su madre, luego de que leyó el reportaje de Prensa Libre publicado el 25 de noviembre del 2007, en el que se relataba la historia.
Preocupada por la situación, empezó a exigirle respuestas a la agencia de adopciones de Florida que había servido de intermediaria con los abogados guatemaltecos. El trámite de adopción estaba tan avanzado que Sindy había recibido fotografías, cartillas de vacunación, registro de nacimiento y pruebas de ADN de las pequeñas.
Intervención estadounidense
De hecho, como el proceso llenaba todos los requisitos, la Embajada de EE. UU. concedió la preaprobación de la adopción el 30 de noviembre del 2006, pocos días después de que Mildred había denunciado en el MP la sustracción de sus hijas.
Consultado el vocero de la embajada, Scott Smith, sobre este caso, explicó que su política de comunicación le impide hacer comentarios sobre casos específicos, como lo es un proceso pendiente de resolución. “Sin embargo, puedo decirle que nuestra meta es asegurar que todas las adopciones procedan en cumplimiento, tanto con las leyes de Guatemala como con las de EE. UU.”, aclaró.
Debido a la insistencia de Sindy por conocer la verdad, la agencia de adopción estadounidense canceló el trámite en noviembre del 2007, y le dijo que las niñas habían sido entregadas a otra familia, de la que le proporcionaron la dirección.
Esa información resultó ser falsa, ya que la dirección ni siquiera existía, por lo que se cree que las niñas siguen en Guatemala. Probablemente, la publicidad hecha sobre el caso impidió que fueran sacadas del país.
Análisis de sangre
La red obtuvo las pruebas de ADN después de extraerle sangre a la madre biológica, en un laboratorio de Vista Hermosa, con la excusa de que sus hijas tenían una enfermedad y querían corroborar si no era hereditaria. “Yo acudí a la prueba de sangre, porque me dijeron que era la única oportunidad de salvar a mis hijas”, dijo la madre.
Aunque Mildred llamó ese día a la Policía para que acudiera a los laboratorios y capturara a los raptores, los agentes nunca llegaron.
En esos mismos laboratorios se han llevado a cabo las pruebas de ADN de otros dos niños robados con fines de adopción.
El correo de aviso que la Embajada de EE. UU. envió a Sindy le fue reenviado al tramitador guatemalteco Marvin Bran y a la encargada de la agencia de adopciones Celebrate Children International, Sue Hedberg.
Bran es hijo de Lilian Consuelo Galindo, cabecilla de la organización delictiva, a quien Mildred identificó como la responsable de la desaparición.
Lilian Galindo fue detenida el año pasado, junto a Sabrina Donis, supuesta amiga de la víctima, acusadas de sustracción de menores. Podrían enfrentar hasta 42 años de prisión si son acusadas de trata de menores.
Hilda Morales, integrante del Consejo Nacional de Adopciones, sugirió a las víctimas de estas redes que acudan al Consejo, para revisar expedientes.
“Uno de los requisitos que se les está poniendo a los abogados es que digan dónde están los menores que quieren dar en adopción, para poder ir a verlos. Si estas niñas están entre los expedientes en curso, podemos hallarlas”, manifestó.
Existen más de 700 casas cuna registradas en el país, y tres mil expedientes de adopción en proceso de aprobación.