The business of adoption

In Guatemala

The business of adoption

by Adital

 Despite the allegations in regard to international adoptions made by the international human rights advocate Casa Alianza over several years, and the national and international pressure for the creation of a law that protects the adoption, there continue to be anomalies by some lawyers who have turned this institution into a "business."

Casa Alianza has recently reunited with their mother to two girls who were removed from their mothers in abnormal process, using deceit and taking advantage of the innocence and financial need of the mothers.

The first case is Sandra Hernandez

, mother of Karla

, a girl two years old, who was approached by

, a "broker" in the adoption process, who locates mothers to remove theri children by means of deception.  Sandra left the hospital and was desperate after hearing the medical diagnosis that her daughter Karla had lung problems. Susana addressed and invited her to a cafe, and offered her work at her house. Then he said that would contact the attorney

, who would help financially to cure the illness of her daughter.

Sandra met with the lawyer in a restaurant in the area 9 of the capital, where she signed blank papers, under the assumption that they were to admit hers daughter Karla to a hospital, where receive treatment for her lungs. Also gave Sandra a false identity card. Then taken to a laboratory, located in the White Tower building to draw blood, even under delusions that serve to monitor the health of his daughter. At this point it is worth mentioning that international adoptions require DNA testing for verify the identity of the mother. With the blood test, obtained by deception, was filled this legal requirement.  It also led to a midwife, who was paid to certify the birth of Karla.

Sandra says that he never said anything about giving her daughter up for adoption, however, when she insisted on going to see it to verify how their medical treatment is, she was denied it and said she did not have rights on her daughtetr, because she had signed papers.

The second case is that of Sonia **, a young 15 years old, mother of Mary *

a baby of 18 months, who are now in the Young Mothers Program of Casa Alianza.

-Sonia came to the family courts to make a claim for maintenance against the father of Mary. She felt the situation faced at the time, began to mourn.  It was there that was addressed by

, the former case the intermediary, who offered him help for his daughter, and gave Q2 to buy a diaper.

When he returned, Susana had purchased a soda water, and told him to take it, to be reassuring. Sonia did not taste any special flavor that took the soda, but "I dropped a heavy sleep, uncontrollable," said .Susana Duarte was there when he offered to take her home.  When they arrived at the residence of Duarte, Sonia was completely asleep. She attributes this to the soda offered Susana. "I woke up the next day, and Ms Susana told me that my daughter was sick, and she had taken her to a sanatorium, but that does not worry me, because I would see her later," says Sonia.

That same day, Susana took her to Guatemala City to get a birth certificate, under the argument that the need for Sanatorio. Then she said they needed a blood donor for her daughter because due to the illness, and took her to the laboratory as in the previous case, the Edificio Torre Blanca (White Tower building).  By all this he did to fulfill the requirement of DNA testing.  He also said that it was necessary to re-enroll her daughter, and led to the Civil Registry of Escuintla, despite the fact that Sonia insisted that the girl was already registered. Then she contacted the attorney Mireya de Gonzalez, who made her sign blank documents, saying that would be for Sanatorio.

Sonia began to feel uncomfortable with this whole situation, and felt hopeless because not she had not been brought to see her daughter.  Finally she went to her mother's house, for its help.  The mother spoke with Susana Duarte, who told her that "if both wanted the girl, you cna reclaim her in court, because the child would be given up for adoption."

Both cases were presented to the First Court of Childhood and Adolescence of the Metropolitan District Attorney, and procured by the Legal Support Program of Casa Alianza Guatemala. The judge who heard the process is licensed caste Liliana Castañeda Flores, who ruled that the girls were handed over to their parents. In the case of Sonia, for being a minor, was transferred to the Community of Young Mothers of Casa Alianza, which it is providing shelter, protection and care for her and her daughter Mary.

In addition, the Support Program of Casa Alianza Legal asked the court to be brought to Mrs.

, the lawyer 

and the lawyer

for child abduction and forgery of documents, among others. The judge certified the matter and initiate legal proceedings against these people.

Casa Alianza denounced the anomaly in many processes of adoption, where children are separated from unscrupulous parents, as some lawyers are taking advantage of necessity in which many parents Guatemalans.  Requires the Congress to ensure that legislation protecting the family, the Court of Honor of the Bar Association to intervene in acts outside the ethics and morals by some legal practitioners and the Courts of Children and Adolescents applying the full weight of the law those responsible for acts against outliers in the family.

En Guatemala

El negocio de la adopción

por Adital

A pesar de las constantes denuncias en lo que respecta a adopciones internacionales que ha realizado la organización internacional defensora de los derechos humanos Casa Alianza a lo largo de varios años, y de la presión nacional e internacional para la aprobación de una ley que proteja la adopción, continúan las anomalías por parte de algunos abogados que han convertido esta institución en un "negocio".

Recientemente Casa Alianza logró reunir con sus madres a dos niñas que fueron sustraídas de sus progenitoras de manera anómala, utilizando el engaño, y aprovechándose de la inocencia y necesidad económica de las madres.

El primer caso es de Sandra Hernández

, madre de Karla

, una niña de dos años de edad, quien fue abordada por Susana Duarte, una "intermediaria" en procesos de adopción, quien es la persona que usualmente localiza a madres para quitarles por medio de engaños a sus hijos. Sandra salía del hospital y se encontraba desesperada luego de escuchar el diagnóstico médico de que su hija Karla tenía problemas de pulmones. Susana la abordó y la invitó a un café, y le ofreció trabajo en su casa. Luego le dijo que la iba a poner en contacto con la abogada Mireya de Gonzalez, quien la iba a ayudar económicamente para curar la enfermedad de su hija.

Sandra se reunió con esta abogada en un restaurante de la zona 9 de la capital, donde la hicieron firmar papeles en blanco, bajo el supuesto de que servirían para ingresar a su hija Karla a un centro hospitalario, donde recibiría tratamiento para sus pulmones. Asimismo, le dieron a Sandra una cédula falsa. Luego la llevaron a un laboratorio, ubicado en el

, para extraerle sangre, también bajo engaños de que serviría para controlar la salud de su hija. En este punto vale la pena hacer mención que las adopciones internacionales requieren la prueba de ADN para verificar la identidad de la madre. Con la prueba de sangre, obtenida mediante engaño, se llenaba este requisito legal. También la llevaron con una comadrona, a quien pagaron para que certificara el nacimiento de Karla.

Sandra comenta que nunca le dijeron nada acerca de dar a su hija en adopción, sin embargo, cuando insistió en verla para verificar cómo iba su tratamiento médico, se lo negaron, y le dijeron que ya no tenía derecho sobre su hija, pues había firmado papeles.

El segundo caso es el de Sonia**, una joven de 15 años de edad, madre de María*, una bebé de un año con ocho meses, quienes actualmente se encuentran en el programa de Jóvenes Madres de Casa Alianza.

-Sonia llegó a los tribunales de familia a poner una demanda por pensión de alimentos en contra el padre de María. Al sentirse impotente ante la situación que enfrentaba en ese momento, rompió a llorar. Fue allí donde fue abordada por Susana Duarte, la intermediaria del caso anterior, quien le ofreció ayuda para su hija, y le dio Q2 para que comprara un pañal.

Cuando regresó, Susana le había comprado un agua gaseosa, y le dijo que se la tomara, para que se tranquilizara. Sonia relata que no sintió ningún sabor especial en la gaseosa que tomó, pero "me cayó un sueño pesado, incontrolable", indicó. Fue allí cuando Susana Duarte le ofreció llevarla a su casa. Cuando llegaron a la residencia de Duarte, Sonia estaba completamente dormida. Ella lo atribuye a la gaseosa que le ofreció Susana. "Desperté hasta el día siguiente, y doña Susana me dijo que mi hija se había enfermado, y la había llevado a un Sanatorio, pero que no me preocupara, pues me llevaría a verla más tarde", cuenta Sonia.

Ese mismo día, Susana la llevó a la Municipalidad de Guatemala a sacar una partida de nacimiento, bajo el argumento que la necesitaba para el Sanatorio. Luego le dijo que necesitaban un donador de sangre para su hija, pues se había puesto grave, y la llevó al mismo laboratorio del caso anterior, en el edificio Torre Blanca. A todas luces esto lo hizo para cumplir con el requisito de la prueba de ADN. También le dijo que era necesario volver a inscribir a su hija, y la llevó al Registro Civil de Escuintla, a pesar de que Sonia insistía en que la niña ya estaba inscrita. Luego la puso en contacto con la abogada Mireya de González, quien la hizo firmar documentos en blanco, indicándole que serían para el Sanatorio.

Sonia empezó a sentirse incómoda con toda esta situación, y se sentía desesperada, pues no la llevaban a ver a su hija. Finalmente se fue a casa de su madre, para que ésta la ayudara. La madre habló con la Susana Duarte, quien le dijo que "si tanto querían a la niña, que la reclamara en el juzgado, pues la niña sería dada en adopción".

Ambos casos fueron presentados al Juzgado Primero de Niñez y Adolescencia de la Fiscalía Distrital Metropolitana, y procurados por el Programa de Apoyo Legal de Casa Alianza Guatemala. La juez que conoció el proceso es la licenciada casta Liliana Castañeda Flores, quien resolvió que las niñas fueran entregadas a sus progenitoras. En el caso de Sonia, por ser menor de edad, fue trasladada a la Comunidad de Jóvenes Madres de Casa Alianza, donde se le está brindando abrigo, protección y cuidado para ella y su hijita María.

Por otro lado, el Programa de Apoyo Legal de Casa Alianza solicitó al juzgado que se procese a la señora Susana Duarte González, a la abogada Mireya de González y a la abogada Lucila Hernández Oscal, por sustracción de menores y falsificación de documentos, entre otros. La juez certificó lo conducente, y se iniciará un proceso legal en contra de estas personas.

Casa Alianza denuncia la anomalía en muchos procesos de adopción, donde los niños y niñas son separados inescrupulosamente de sus progenitores, ya que algunos abogados se aprovechan del estado de necesidad en que se encuentran muchos padres y madres guatemaltecos. Exige al Congreso de la República que vele por una legislación que proteja a la familia, al Tribunal de Honor del Colegio de Abogados a que intervenga en actos fuera de la ética y moral por parte de algunos profesionales del Derecho y a los Tribunales de Niñez y Adolescencia que apliquen todo el peso de la ley a los responsables de actos anómalos en contra la familia.